Tu bebe ya te había elegido como su madre mucho tiempo antes de haber nacido.
La maternidad, sin lugar a dudas, es una de las experiencias más extraordinarias en la vida de una mujer. Desde el momento en que se confirma el embarazo, un vínculo mágico e inexplicable se forma con el bebé en gestación. Pero, ¿te has preguntado alguna vez si los bebés tienen un papel activo en la elección de sus madres antes de nacer? La teoría kármica, arraigada en las religiones dhármicas como el hinduismo, el budismo y el jainismo, propone precisamente eso.
En el núcleo de la teoría kármica se encuentra la creencia en la reencarnación y el karma, donde nuestras acciones en vidas pasadas y en la presente tienen un impacto significativo en nuestras vidas futuras. Dentro de este marco, el proceso de concepción y maternidad se considera una parte esencial de la reencarnación, donde las almas eligen su próxima vida y a quién desean como madre en ese nuevo ciclo de existencia.
Yoghi Bhajan, un maestro influyente en la teoría kármica, ha explicado que el alma del bebé es la que toma la decisión de quién será su madre en la próxima vida. Esta elección es parte de su camino kármico y es guiada por una serie de razones complejas que trascienden nuestra comprensión. En esencia, el alma del bebé busca una experiencia de vida específica y una madre que pueda brindarle las circunstancias necesarias para su crecimiento y evolución espiritual.
Una idea intrigante que plantea la teoría kármica es que el alma del bebé puede optar por reencarnar en el mismo entorno familiar en el que ha vivido en vidas pasadas. Esto se hace con el propósito de abordar y resolver cuestiones kármicas pendientes con parientes cercanos. En otras palabras, el bebé tiene la oportunidad de sanar y aprender de relaciones pasadas a través de lazos familiares continuos.
Lo que es aún más fascinante es que, según esta teoría, el alma del bebé ya establece una conexión energética profunda con la mujer que se convertirá en su madre mucho antes de la concepción. Esta conexión, que trasciende el tiempo y el espacio, permite que el alma del bebé espere pacientemente su oportunidad de encarnar en el mundo físico a través de esa madre elegida.
La teoría kármica sostiene que esta elección se realiza hasta tres meses antes de la concepción. Este concepto puede ayudar a explicar por qué muchas personas describen a los bebés como “bendiciones” o “regalos de Dios”. Desde la perspectiva kármica, estos términos pueden reflejar la idea de que el bebé ha tomado la decisión de unirse a esa familia específica antes de nacer.
Entonces, ¿qué implica esto para las madres? En primer lugar, esta teoría puede proporcionar un sentido de conexión especial con sus hijos desde el momento en que se enteran del embarazo. La idea de que el bebé las ha elegido como su madre puede ser profundamente conmovedora. Sin embargo, también plantea la responsabilidad de guiar y apoyar a sus hijos en su camino kármico, ayudándolos a cumplir su propósito en la vida.
La teoría kármica nos invita a reflexionar sobre la idea de que los bebés tienen un papel activo en la elección de sus madres antes de nacer. Si bien esta creencia se origina en tradiciones religiosas y filosóficas antiguas, su mensaje subyacente es uno de conexión, responsabilidad y propósito en la maternidad. La maternidad es una experiencia profundamente significativa y, según la teoría kármica, una parte esencial de nuestro viaje espiritual y evolutivo.